viernes, 31 de mayo de 2013

La obra continúa

Ese papel que tú juegas 
[sarcástico, apático,
confiado]
lo conozco bastante bien,

y eres un buen actor,
no hay duda,
pero creo
que se trata más bien de un acto en la obra
que de lo que te gustaría fingir en la realidad.
Veo el caos
que hierve a fuego lento por debajo.
No creas que yo no

he jugado tanto
a ambos lados de esta historia. 

Una y otra y otra vez.
cómo termina
y no importa cómo 

pero quiero cambiarlo. 
Es la misma y, 
finalmente, 
voy a continuar
jugando de nuevo
en alguna otra etapa.

Desearás no tener que llegar a eso.
¿Por qué no cortar la película
y mandar a la mierda el acto?   
Piensa en ello. 
que no quieres,
pero no es tan duro 

como has llegado a creer.
No estoy para nadie más. 

Tú has estado cerca,
ya sea pasado o presente, 

y creo que ya lo sabías,
o al menos, lo pensabas.
Si te dejas a ti mismo
date cuenta de ello. 

Pero un actor
es un actor,
y tú eres

quien tú eres.
Sólo desearía 

no llegar a eso.
Puedo jugar a mis juegos
y tú puedes jugar a los tuyos,
con quien sea y cuando sea. 

Queremos,
[a pesar de que todavía tienes problemas
con la primera regla que traté de enseñarte]
pero ¿no te parece obsoleto?
¿No ha sido todo actuado lo suficiente? 

Piensa en ello. 
Te pusiste allí, a leer Bukowski.
Conmigo.  
No tienes idea de lo alucinante que eras para mí,
aún cuando todavía era parte del acto.
Pensé que estabas loco,
y yo creo que estoy quemada,
con toda esta actuación,
negocios
que hace años
no tenían ganas de mantener 

los juegos más tiempo. 
Piensa en ello.
Si no,
la obra continúa.

viernes, 24 de mayo de 2013

No lo entiendo

De patitas,
inocentes, preciosos,
su espíritu arrebatado. Se ha ido.
Se vende a las fábricas chinas

la ironía del elefante.

Tienen hambre de cueros,
de pieles y huesos para los abrigos.
Haciendo caso omiso de la sangre 

queman plásticos en el océano.
¿Tardará mucho la justicia en llegar?

Una vida en una jaula
no es una opción, es tomado por la fuerza,
indefenso y quebrantado,
¿cómo se siente derretirse
cuando las capas de hielo polar están en casa?

En un principio,
se dio autoridad,
con responsabilidad
para nosotros es un regalo, pero 

¿por qué tiramos la conciencia a la basura?

sábado, 18 de mayo de 2013

Just music

"I had once a Simple Plan
to bribe a lady for a Kiss
with a Nickleback in my hands
and an Eagle tattoo on my wrist.

I brought her to the Linkin Park
and gave her meatloaf and Bread,
but it had Red Hot Chilli Peppers
so she ate the Pearl Jam instead.

My tongue was like a Rolling Stone
as I tell my Nirvana of love
but I didn’t know her Metallica heart
could stench the Aerosmith above.

It stung me like the Bee Gees
or a Scorpion tail’s as fine.
The Beatles are all crawling down my skin
when she broke this Heart of mine

Guns N Roses were the choices
that were left for me to Root
but a Cheap Trick with the lattere
ended my romantic Journey afoot."

viernes, 17 de mayo de 2013

Guardo la derecha

Escribo a la izquierda cuando estereotipo 
 pequeñas historias de amor,
bailando bajo la luz del sol.
Escribo en el centro para describirte el poder,
la rebelión,
 el fuego [del infierno] en mi corazón.
Pero guardo la derecha para
  lo más importante.
Guardo la derecha para
la verdad.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Mi 15M

He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la cordura,
arrastrándose a través de un argumento oscuro al amanecer,
en busca de una solución de conocimiento.
Retorciéndose, contorsionando las mentes y cuerpos en angustia
tratando de encontrar la manera correcta de expresar incluso el horror del sufrimiento infinito,
conocido como la vida cotidiana en la puta tierra.
Sus soluciones giran alrededor, 
luchando como jaurías de perros sarnosos que no saben que se destruyen a sí mismos.
Tú, uno de ellos, puede cortar el cinismo con un cuchillo,  
como cortar carne para sentirse vivo;
puedes cortar en la costra y sentir de la herida abierta brotar la ira y la rabia,
sentir cómo te atraviesa,
sentir la necesidad de romper con todas las barreras y aullar en la noche.
Puedes sentir una jaula a tu alrededor,  
una jaula de post-moderna "todo se va a la mierda",
donde no hay sobresaltos, pero donde aún se puede oler el hedor.
Puedes ver al señor Arte, yaciendo muerto, allí, 
bajo un puto lío de tropos recombinatorios, datos, pollas pixeladas y memorias interminables.
Sólo quedan conchas vacías
y los calcinados tótems de culturas, disciplinas, las naciones y las órdenes mundiales, 
a la espera de ser rotos por el caos que aguarda,
cuando nos quedemos sin el oro negro y los zánganos depredadores comiencen a volar, 
a pesar de los ángeles que ahora son títeres modernos,
a pesar de los engañados seguidores de los poetas de versos copiosos y endeudados
que piensan como ellos,
que piensan que querían decir todo pero a la vez no querían decir nada. 
Tú tienes más en común con esos poetas de lo que crees,
atrapado dentro de la nueva burguesía de mierda,
donde incluso la disidencia y la rebelión son tropos cansados, 
las cuerdas gruesas de la ironía ligándote a una vida sin sentido,
de poseer y de comer y de masturbarse.
Una máscara para la rabia dentro de mí,
para el animal interior que debe ser controlado por la iluminación de los focos de la sociedad,
para la dualidad interior entre la calma y la puta disgregación.


(Sí, está inspirado en Ginsberg, de ahí que
la primera frase sea casi exacta a su primer verso en Aullido.)

El caos descontrolado más perfecto

Eras la rebelión,
eras el fuego y las pistolas,
los gritos de caos descontrolado.
Eras la violencia.
Yo era la paz.
Estaba tranquila y pequeña,
era música en una habitación todavía.
Yo estaba tranquila.
Juntos, 

éramos ataques furtivos,
éramos la libertad y la justicia,
y las risas de esos
que finalmente salen victoriosos.
Tuvimos éxito.
Y construimos el mundo
desde las cenizas.

lunes, 13 de mayo de 2013

Gracias, Escandar.

En el día inmediatamente anterior al de ayer,
una fecha tan común como un once de mayo,
tan insignificante para unos,
tan significativa para otros,
tuve el placer,
la suerte,
o yo qué sé qué cojones tuve,
de conocer al hombre que me ha hecho derramar una lágrima por cada palabra que versaba,
que ha hecho que dé más importancia a las hamburguesas que a los filetes rusos,
[él sabe de lo que hablo].
Al hombre que nunca dejará de creer en las minifaldas,
al que su madre le enseñó cómo freír un huevo a los diecisiete,
al que le parece que salir a recitar es como el karaoke:
que al principio nadie quiere salir a cantar,
pero cuando sale la primera persona y los demás ven el ridículo que ha hecho,
todo el mundo quiere seguir sus pasos.
Escandar Algeet le llamaban. Creo.
Y digo creo
porque la noche de fiesta con él se hizo larga,
y porque no hay nada mejor que liarse un piti,
apoyado en el balcón,
[y eso que no fumo]
viendo cómo sale el sol
y cómo las mentes se dispersan filosofeando.
[Y cada loco con su tema.]
Y por la noche,
sentados en unas escaleras bajo la luna que alumbra las escaleras mecánicas,
que alumbra los cachis que sostiene el gentío de la calle,
beberse una cerveza,
fresquita,
[y eso que no bebo]
y después dar vueltas a los temas absurdos más lógicos que puedas llegar a imaginar.
Subir, bajar.
Volar, bailar.
Gritar, susurrar.
Terminar la noche y empezar la mañana
con-versando. 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Encadenada a ti





martes, 7 de mayo de 2013

Despedida de un amor suicida

"Hormigón mental.
Nada nos puede matar."
Esto es lo que creemos antes de caer y de aprender a contender,
pero los errores iniciales conducen a los primeros remordimientos,
que nos llevan muy a menudo a la hora de nuestro fin,
y para que nuestras vidas se consuman, ahora consumimos.
En suma, asumimos que el alboroto nos atonta.
Rompemos nuestra carrera dejando atrás nuestras espaldas.
Queríamos cruzar las barreras, pero nos vimos obligados a dar marcha atrás,
porque los problemas no vienen nunca en solitario,
invitan a los dilemas y a los enredos, que siempre están unidos.
Cuando llegan, se convierten en nuestro principal tormento,
y al frente de nuestro barco tomamos los caminos equivocados.
A menudo, acusamos el golpe, y golpe tras golpe, purgamos nuestro dolor.
La moral detenta un contratiempo, 
terminamos la soga, bajo el efecto de la pena;
y apena ver que dejamos atrás tantos remordimientos desconocidos.
Enterrados en las cosas que pensamos que no pueden pasar desapercibidas
a sus ojos, alimentados por las lágrimas, la noche de mi caída.
Mis estados de ánimo no quieren rendirse, pero quemé mis posibilidades.
Ahora me gustaría cambiarlo todo, los acontecimientos que me han alcanzado,
que mis cartas sean cambiadas.
[Qué cojones digo, si no puedo cambiar el pasado]
Abrumada al ver el culo de sus objetivos,
no adjetivo lo suficientemente fuerte para describir nuestra decepción
cuando se trata de repetir la adición de especias sin excepción.
Para nuestra protección, nos aferramos a una hoja blanca empapada en tinta,
cerca del ahogamiento, esperando no beber de la misma copa. 
Pero ¿qué pasa si nuestros problemas se juntan
y se apilan para hacer espacio a los sueños inacabados,
y se reemplazan por una carta de despedida a su madre en la mesita de noche?
No seremos más que una existencia archivada entre fotografías y videos,
una habitación vacía y vaciada, que no será más que un abrigo para los carteles de mis ideales,
las cortinas cerradas, las inquietudes encerradas en el interior de mi misma.
Las lamentaciones hacen que me de cuenta de que existía otra manera
y de que en estallido mis lágrimas fueron versadas.
O eso creo.
Decepcionada por no haber sido capaz de revertir el curso de los acontecimientos,
e igual insatisfecha de ver mis rosas florecer marchitas.
El suicidio no es un problema, y tampoco una salida de emergencia.
No es el objeto de otros sufrimientos 
Una pistola en la cabeza seguirá siendo tal vez el único recurso.

jueves, 2 de mayo de 2013

El réquiem de los suspiros

Locura amante,
suspiro afónico,
recuerdo tuyo.
Escasa vida,
razón sin sentido,
atardecer lluvioso.
Y mi frágil voz, celosa,
llora silenciosa una palabra de amor,
callada entre melancolía,
oculta en la nocturna entristecida soledad.
Las horas son eternas,
extensas,
lejanas,
semejantes a un día sin brillo,
a una luna eclipsada.
Y lloro [en silencio] por ti.
Y anhelas [alegre] mi presencia.
Aún en el sueño.
Aún en el desvelo.
Sin remedio te busco y te suplico,
tal vez mañana no sea más,
y ante tu belleza imposible,
amor,
te pueda tocar,
suave,
con el pulso de mi mano,
con elipsis feérica.
Pero,
¿qué inexistencia tan torpe, vida?
¿Cuán difícil puede ser encontrar una flor?
¿Dónde está ese lugar de tu presencia solitaria?
Callada eres tan perfecta, lejanía…

miércoles, 1 de mayo de 2013

Sensual exención

Con dunas dibujando nuestra presencia juguetonamente oculta,
con nuestros decadentes motivos y
con el vino que madura nuestras inhibiciones con el calor que irradiamos,
la arena se precipita dejando puños vacíos,
nos mentimos cara a cara,
poro a poro,
codicia ardiendo por un sol de mediodía,
el sol y la bebida que induce la audacia.
Te pongo aún más cerca de mi,
contacto absoluto, con indiferencia flagrante,
a medida que tu aliento se acomoda sobre mi pecho.
Mis manos trazan los contornos de tu espalda,
buscando los arcos de tu deseo,
distanciándote tiernamente,
rescatándote,
para beberte la belleza,
hechizando tu ropa, convenciendo del suicidio a tu ropa interior,
a tus pantalones.
Para liberar mis ojos,
cada curva ante mi.
Deslizo mi lengua bajo tu leve aliento
mientras la tensión se agita conmigo a la vez que me muevo,
dejando tenues rastros sobre tu cuerpo;
más abajo, el irónico y suave tempo del péndulo,
tic, tac,
tic, tac.
Tus manos, con sensación de desesperación,
me alcanzan con firmeza en busca de pruebas.
Un pequeño jadeo escapa de mi boca,
acariciando un delicado eco de mi lengua.
Con la fuerza cercana y arrepentida, alzas mi cabeza,
y con los labios triturados y con el aliento dulce y a la vez pesado,
atada con el embriagador alcohol del sexo,
nuestros cuerpos se resquebrajan.
La suma de aire cálido desplazado por la piel ardiente
mientras nuestros últimos lazos irremediablemente se entrelazan,
movimientos lentos alojados en la necesidad de liberación
mientras saboreamos la intimidad y el voyeurismo.
Y finalmente, con la lujuria animal saciada,
las olas de calma se acercan a nuestras mentes,
mientras mentimos,
juntos, como una única isla,
bebiendo el cóctel de sol y arena.