martes, 2 de abril de 2013

Es clase de poesía básica

Así que te has pasado al bando de la rima. De los versos de autoayuda para poetas de taberna y bragueta suelta.
Quien no quiere no recuerda. Quiero que abras mas los ojos y menos la bragueta.
Se suelen ver cosas más interesantes con los ojos cerrados. Mira hacia dentro y comprende el mundo.
Se curan heridas y se encuentran salidas.
Siempre ayuda la poesía.
Supongo que por eso he empezado a escribir.
¿Y te ha ayudado?
Hay días que me saca a la luz. Hay días que me hunde.
Siempre relajan, un boli BIC, un cuaderno y la soledad. Tú, la oscuridad y el ínfimo calor de una vela, que sigue viva y sóla.
¿Y si es esa vela la que va quemando el cuaderno de mi poesía, que se derrite y cae sobre las letras de mi BIC?
Será porque no has sabido mantener alejado tu reducto irreducible de calor de tus versos.
Y si la apago me quedo sin ver el papel. Me quedo en la oscuridad.
No hay que apagarla. Hay que meterla en un frasco y mantenerla a cierta distancia. Por eso los poemas resultan fríos.
Y los poemas que resultan están manchados de cera. Así que ya moveré esa vela. 


  [Conversación real inspirada y semiescrita
con colaboración de Mío Sharp]

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